Lo que me atrevo a decir sobre Medicina

El contenido de esta sección será meramente informativo. Mi intención es compartir conocimientos que puedan serles de interés o útiles para su salud y, sobre todo, que les sirvan para prevenir todo lo que se debe prevenir ;). Creo que una de las armas más potentes de la Medicina debe ser la PREVENCIÓN, si prevenimos podemos evitar el tener que llegar a un diagnóstico y a un tratamiento, ¡con todo lo que ello conlleva!


¿Protegerme de la radiación solar? ¿Sí o no?

¡Ya es Primavera! y con ella comienzan, entre otras cosas, las primeras visitas a la playa. Así  que sí, ¡me veo obligada a hablarles de lo importante que es protegerse de la radiación solar!

¡Peligro, radiación ultravioleta (UV)!

Los rayos solares se componen, en parte, de radiación ultravioleta. Ésta se clasifica según su longitud de onda:

• Los rayos UVA envejecen las células y pueden dañar el ADN (material genético) de la misma. Se asocian con el daño de la piel a largo plazo, como las arrugas, aunque también se cree que desempeñan un papel en ciertos cánceres de piel.
• Los rayos UVB pueden causar daño directo al ADN, y son los principales en causar las quemaduras de sol. Asimismo, se cree que causan la mayoría de los cánceres de piel.
• Los rayos UVC no penetran nuestra atmósfera y, por lo tanto, no están en la luz solar. No son normalmente una causa de cáncer de piel.

El grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona recibe depende de la intensidad de los rayos, del tiempo que la piel ha estado expuesta y de si ésta ha estado protegida con ropa o protector solar. Por lo tanto, estaremos de acuerdo en que lo que no podemos hacer es echarnos al sol como lagartillos, todo el día y sin echarnos crema! Tendremos que exponernos poco tiempo y a horas decentes (evitar sobre todo el intervalo entre las 12:00 y las 17:00 h) y con protección solar y/o ropa (nada de aceites ni barbaridades). La intensidad de los rayos ya es algo que no podemos cambiar, pero sí podemos conocerla y, según sea más fuerte o más débil, tomar las medidas preventivas necesarias. Para ello, el National Weather Services y la Environmental Protection Agency (EPA) han creado el índice de luz ultravioleta. El número del índice de la luz ultravioleta, representado en una escala del 1 al 11+, es una medida de la potencia de los rayos UV que alcanzan el suelo durante una hora alrededor del mediodía. Entre mayor es el número, mayor es la exposición a los rayos UV, y mayor la probabilidad de quemadura solar y daño a la piel que podría, en última instancia, conducir al cáncer de piel. Esto ocurre cuando la radiación ultravileta llega a dañar el ADN de las células que controlan el crecimiento de las células de la piel. De tal manera que dicho control se pierde, las células crecen y se dividen de forma autónoma (a su libre albedrío) y se produce el cáncer.

Puedes conocer la intensidad de los rayos UV de tu zona aquí: http://www.epa.gov/sunwise/uvindex.html, solo tienes que introducir tu código postal.

A su vez, la cantidad de luz ultravioleta que alcanza el suelo en cualquier lugar depende de varios factores, incluyendo la hora del día, la temporada del año, la elevación, y la formación nubosa. Ojo: ¡aunque haya nubes, también es necesario utilizar protección!

Como pueden ver, esto de la radiación solar, los rayos UV y sus efectos tiene su fundamento y, cuando alguien te dice "protégete del sol", ¡debes hacerlo!

Las quemaduras, las manchas, las arrugas, diversas lesiones en la piel que preceden al cáncer y el cáncer son algunos de los daños que produce la exposición solar irresponsable. ¿Sabes cuál es el cáncer más frecuente en el ser humano? Muchos pensarán que el de pulmón, colon, próstata, mama... pero no, es el llamado carcinoma basocelular (en Occidente su incidencia casi quintuplica la del cáncer de pulmón). Está relacionado fundamentalmente con la exposición crónica (continuada durante años) al sol, sobre todo en personas de fenotipo I o II, que son aquellas personas de tez blanca, que tiende a quemarse más que a broncearse, con pelo y ojos claros (sobre todo en ellos, lo que no quiere decir que la gente de piel más morena esté libre de riesgo). Lo que pasa es que, afortunadamente, tiene buen pronóstico, por ello no es tan temido ni tan nombrado. Aún así... ¿Qué necesidad hay? Dejando a un lado el más frecuente, vamos con el más agresivo: el melanoma maligno. Éste se relaciona más con la exposición aguda  (quemaduras solares puntuales incluso en la infancia) y con pieles claras.

Una vez puestos en situación y, espero que concienciados de la importancia del tema, vamos a resumir las medidas preventivas que debemos tomar :

• Media hora antes de la exposición aplícate un buen protector solar (hasta donde yo sé, lo de los factores es un tema controvertido: hay quien dice que llegados a un factor determinado, cremas de distintos factores tienen el mismo efecto, por ejemplo, una crema solar de 30 y una de 60, otros piensan que la de 60 es más protectora, ahí está la cosa). Usa una que veas que te va bien. 
• Continúa aplicándote crema varias veces al día, con una no es suficiente, sobre todo si nos damos baños.
• Ponte gorras o sombreros, habiéndote echado previamente el protector. Lo mismo ocurre con las sombrillas o parasoles, aunque estés debajo de uno, tienes que echarte crema igualmente.
• Cúbrete con ropa si eres de tez blanca, la exposición va a ser prolongada o eres un poco reacio a las cremas (recuerda que hay distintas texturas, geles... alguna puede gustarte más que otra).
• Utiliza gafas de sol de cristales adecuados.
• Evita las horas de mayor cantidad de luz ultravioleta (aproximadamente de 12:00 a 17:00h). ¡Entra en http://www.epa.gov/sunwise/uvindex.html y hazte una idea!
• Evita la exposición prolongada (y con esto no me refiero a 6 horas, una exposición de media hora sin protección ya puede ser perjudicial).
• No te olvides de que, aunque el cielo esté con nubes, los rayos ultravioleta te siguen llegando.
• Consulta con tu médico cualquier cambio o lesión que encuentres en tu piel.
• Mamás y Papás: protejan a sus nenes del sol, es muy importante hacerlo desde pequeños y concienciarles para que lo sigan haciendo cuando sean adultos.

Bueno chicos, yo cada día estoy más convencida, prefiero tener una piel jóven, fina, sin daños ni lesiones y broncearme lo justo y con paciencia que tenerla arrugada, envejecida, con manchas o lesiones por haber querido ponerme morena en un día y... ¡a lo loco! ¿Ustedes?

¡Una imágen vale más que 1000 palabras!

Y 2, más todavía...

Pues hala, me despido ya. Espero verlos a todos/as con sus protecciones solares, bien concienciados, prevenidos, bien guaposy sanos! Un beso a todos y... ¡Nos vemos en la próxima entrada!